jueves, 2 de septiembre de 2010

EN LA HORA DEL ADIÓS.

Muchos años han pasado
desde que tomé la tiza
para iniciarme en la liza
de este oficio tan amado.



Mi comienzo fue en Guarnizo
en "Virgen de los Remedios",
donde la fortuna me hizo
subsistir con pocos medios.


Con enormes ilusiones
y mayor inexperiencia
comencé a dar mis lecciones
muy armado de paciencia.


Luego vine a Santander
para seguir trabajando.
Vi a los alumnos crecer
mientras los iba formando.


En la hora del adiós
al evocar el pasado,
doy muchas gracias a Dios
por haber aquí llegado.


Un abrazo a todo el mundo.
Al alumno, al compañero.
Y no dudéis ni un segundo
de lo mucho que os quiero.

Juan Jubilado.