martes, 28 de abril de 2015

LA LADRONA DE LIBROS


Título: La Ladrona de libros
Autor: Markus Zusak
Editorial: Lumen

El libro se titula “La ladrona de libros” y su autor es Markus Zusak, un joven escritor que vive en Australia. Se inspiró en que sus padres vivieron en Alemania y Austria durante la segunda guerra mundial para escribir este libro.

Resumen:
El libro comienza con un prólogo en el que la narradora se presenta. Con lo que dice, te puedes dar cuenta que la narradora es la muerte. La muerte es fría, pero también es sincera y no le gusta mucho su trabajo. La muerte es una narradora omnisciente que sabe todo lo que ocurre en la historia y además de contarla la explica y nos adelanta algunas cosas.
Dice que ella vio a la ladrona de libros en tres diferentes ocasiones, que explica con poco detalle para luego contarnos la historia.
Liesel Meminger es una niña de nueve años que vivía con su madre y su hermano en la Alemania nazi. Su padre era comunista con lo cual, perseguido, y su madre llevaba a su hermano y a ella en tren a una población llamada Molching, cerca de Múnich, para dejarlos en una familia que les acogiera. El hermano de Liesel murió en el viaje y celebraron el entierro antes de llegar al pueblo. Durante el entierro Liesel recogió del suelo un libro que se le había caído a un aprendiz de sepultero, el cual cuidó como a un tesoro.
Entonces llevaron a Liesel ya a Molching donde se encontró con su nueva familia adoptiva, los Hubermann. Su nueva madre, Rosa Hubermann era arisca, algo borde y bastante refunfuñona, trabajaba lavando la ropa de la alcaldesa para mantener a su familia. En cambio, su nuevo padre, Hans Hubermann era un hombre lleno de ternura y honestidad, pintor de brocha gorda y aficionado a tocar el acordeón, que enseguida se ganó la confianza de la pequeña.
Rudy Steiner era el vecino de Liesel, tenía doce años, él se había enamorado de ella y la seguía a todas partes. Al principio Liesel pensaba que era un pesado, pero luego se fue acostumbrando a su presencia y se hicieron buenos amigos.
En el colegio, mandaron leer un texto a Liesel pero ella no sabía leer ni escribir, así que fue el hazmerreír del curso hasta que aprendió. Su padre, Hans, fue el que le enseñaba y le leía en alto todas las noches el libro que Liesel cogió en el entierro de su hermano. Hans le dijo que el libro se llamaba “El manual del sepultero” y ella aprendió rápido a leer y finalmente se leyó el libro entero sola. Hans había creado un diccionario en las paredes del sótano, donde Liesel escribía las nuevas palabras que aprendía.

La pequeña Liesel también tuvo contacto con la alcaldesa, la cual la dejaba leer todo lo que quisiese en su gran biblioteca. Se mantuvieron muy unidas ya que la alcaldesa estaba muy solitaria después de haber perdido a su hijo. Este contacto y haber cogido un libro en la quema pública de libros considerados peligrosos fueron los acontecimientos que le proporcionaron el apodo de: “La ladrona de libros”.
Entonces Liesel se fue dando cuenta poco a poco de lo que ocurría. Empezaron los movimientos de Hitler y la ejecución de sus mandatos. Tropas nazis invadían las ciudades buscando a judíos y comunistas, les pegaban y les quitaban lo que era suyo. Las tiendas de los judíos fueron obligadas a cerrar porque no estaba permitido comprar en ellas. Entonces todo sucedió de repente. La segunda guerra mundial. Los judíos eran enviados a campos de concentración y castigados severamente. Entonces Max, un judío al que Hans Hubermann conocía, que tuvo que dejar a su familia atrás para poder salvarse, llegó a su casa amparado por un ejemplar de Mein Kampf, pidiendo ayuda. Él conocía muy bien a su padre, que le salvó la vida antes de morir cuando fueron juntos a la guerra y a quién pertenecía su acordeón. Hans aceptó, ya que le debía una al padre de Max, pero era muy peligroso. Max se fue recuperando los primeros días en la cama, donde le cuidaban y Rosa le hacía sopas caseras que a nadie le gustaban. Cuando se fue recuperando le trasladaron al sótano, escondiéndole, para mantener la casa más segura, del que solo salía por las noches para subir al piso de arriba y charlar.
Liesel hizo muy buenas migas con Max, hablaban todos los días y como Max no podía salir del sótano ella le decía como era cada día y le describía el exterior. En seguida se volvieron mejores amigos.
Cuando Liesel cumplió diez años, Max no tenía qué regalarle así que arrancó y pintó varias páginas de su libro Mein Kampf con pintura blanca para poder escribir sobre ellas. Max le hizo una historia a Liesel, se llama El vigilante y tan solo ocupaba trece páginas, fue ese su regalo de cumpleaños, el cual fue acogedor y emocionante para la pequeña niña.
Liesel ya tenía trece años y la familia celebró la Nochebuena en el sótano, se lo pasaron genial, e hicieron un muñeco de nieve, bajando cubos llenos de nieve al sótano. Pero la nieve se derritió y cuando al día siguiente la familia bajó a ver como se encontraba Max, descubrieron que se había enfermado. Le iban curando y le cuidaban y Liesel todos los días robaba libros para leérselo a Max.
Días más tarde, en la escuela, la madre de Liesel fue a avisarla de que Max había despertado y ella se puso muy contenta. Tiempo después Max se fue. Liesel estaba triste pero tenía que continuar siendo fuerte.
Entonces pareció que todo se acaba. Himmelstrasse, su calle en Molching, fue bombardeada. Las sirenas no sonaron a tiempo y todo se destruyó. Rudy y su familia muerta. Rosa y Hans tampoco consiguieron sobrevivir. Pero Liesel sí. Ella se había quedado dormida en el sótano mientras escribía cuando todo sucedió. Cuando vio sus cuerpos inertes, se le cayó en alma al suelo.
Entonces tuvo que seguir con su vida. Alex Steiner, el padre de Rudy que había sido reclutado, le fue permitido volver a su hogar, pero estaba todo destrozado. Él volvió a abrir la sastrería y Liesel trabajó allí para poder sobrevivir y también con la ayuda de la alcaldesa a la que le estuvo eternamente agradecida. Un día Max fue a verla y se abrazaron y lloraron juntos cuando la encontró.
Y Liesel continuó con su vida, teniendo marido, hijos y nietos en Sídney (Australia) y muriendo un día en el que se encontró con la muerte misma, nuestra narradora, que se la llevaba en su hora. Pero antes, ésta le entregó su historia, que estuvo perdida tanto tiempo: La ladrona de libros.

Comentario del texto

Esta novela me ha encantado, me ha enganchado muchísimo y además la historia es preciosa. Te hace sentir todo lo que sienten los personajes, y te hace reír, llorar y disfrutar los momentos que pasan, así como el miedo que a veces es constante.
Es una tragedia que muchos de los personajes de gran importancia y mis favoritos murieran al final. Muestra con veracidad los eventos que ocurrieron y las atrocidades que la Segunda Guerra Mundial causó. Lo mal que lo pasaban los habitantes y el miedo y pavor que sentirían todos ellos. Explica muy bien la injusticia hacia los judíos y los comunistas y me ha conmovido sin duda la historia que este libro cuenta.
Está muy bien escrito y no se te hace pesado por el hecho de que la muerte fuera la narradora (lo cual me ha parecido muy original) y porque muchas veces te adelantaba sucesos que intrigaban y te hacían leer más. Además, el libro, a pesar de ser sobre una historia real, y espantosa, no está escrito de forma muy dura y se hace muy llevadero.
Recomendaría esta novela a cualquier persona porque es muy interesante, emocionante y a la vez instructiva, ya que contiene hechos históricos. También he visto la película de esta novela pero hay cosas que no son como en el libro.
Comentado por:
Ofelia Bardález Pérez.- 4ºB ESO

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